Marga y su contratiempo.

Este post ha sido publicado en larazón.es

 

Creo que soy una persona planificada y me gusta responder a los compromisos siempre que puedo. Pero el blog de esta semana se me ha retrasado unos días. Lo siento y lo explico. Tengo dos meses para darlo todo en la temporada de venta. Satisfecha pero contrariada, llena pero vacía, al terminar me da la sensación de haberme quedado un poco sin oxígeno y de haber dejado a los míos de lado, aunque sé que no es así. He llegado extenuada al final, como todo el sector. Vivo como si se repitiera la historia de cada temporada en la cual me lleno y me vacío como si fuera un vaso o una botella.

Pero me quedo con la mitad medio llena. Se nota más alegría en los pedidos. Hay más confianza en las tiendas a pesar del difícil invierno que hemos pasado. Llega la primavera anticipada y el comercio se mueve con las primeras piezas para el buen tiempo. Han aparecido nuevos emprendedores valientes y decididos. La bolsa parece que sube. La moda es un indicador de la salud de la economía y tiene que subir con la vista puesta en el futuro.

Aun así no olvidemos que las temporadas y la postventa están llenas de contratiempos. Ajustar los pedidos, visitar a los nuevos clientes, hacer seguimiento. Y ayudar a que las tiendas vendan y generen negocio. Ahora es el momento de resolver los contratiempos y no bajar la guardia. El compromiso y el personal son las piezas esenciales en este periodo y no pueden fallar.

Si tuviera que titular hoy un blog, a lo mejor lo titularía Marga y su contratiempo. Me dicen que hay una novela muy divertida que se llama así, aunque de momento sólo conozco el título. Me gustaría irme a una playa con los míos y tomarme dos daiquiris mientras descanso y leo entera la novela de Vila Matas. La moda y su contratiempo. Ese podría ser el título de una parte de mi vida. Muy importante por cierto. Que se repite una y otra vez.