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Cuando la gente me pregunta a qué me dedico, yo les contesto: “a la moda”. Todo el mundo, todos absolutamente, piensan en una prenda, un vestido, un pantalón, una camisa, un traje… es decir, piensan en ropa. Pero si nos vamos a buscar en Google, ¿qué es moda?, nos dice:
1. Gusto, costumbre o uso, o conjunto de ellos, propios de un grupo, un periodo de tiempo un lugar determinados.
2. Conjunto de prendas, adornos y complementos que se basan en esos gustos, usos y costumbres, y que se usan durante un periodo de tiempo determinado.
Así que en primer lugar debería de explicarme mejor cuando digo a qué me dedico. Porque la moda es todo lo que dice el diccionario, y más. La moda está en nuestro interiordesde que nos levantamos hasta que nos acostamos. En el desayuno. Antes se desayunaba un café con leche y unas galletas. Ahora está de moda tomar agua con limón y jengibre. Fruta y proteína, algún lácteo e hidratos de carbono. Y así con todas las comidas del día. Verduras de moda, carne bueno para esto, pescado de moda para aquello. Pan de masa madre. Legumbres, muy sanas… podría estar enumerando todo tipo de alimentos que están de moda. Antes se comía para vivir y para disfrutar. Pero los alimentos no estaban de moda.
Otra cosa que causa furor, ¡está de moda!, son todo tipo de cápsulas con vitaminas como la B12, la 10, la E, las cápsulas con colágeno, magnesio, omega 3, pro bióticos… Preguntad a vuestras madres si saben de qué va todo esto. O si se pone de moda un restaurante. Todo el mundo para allá. Todos quieren reservar. Y ahora también está de moda viajar. Y estar conectados a un móvil grande, plano y de última generación.
Qué pasa al final y a mediados de cada mes. Que lo sueldos no dan para todo. Que la economía familiar no soporta tanta moda, tanto gusto y tanto gasto. Ya casi no podemos comprar el conjunto de ropa y los complementos que nos comprábamos antes. El que nos hacía sentir tan bien y que lucíamos entusiasmadas. Antes, también viajábamos y salíamos a cenar. Preciosas vestidas. Todo con un orden. No había la prioridad de tener todo y seguir todas las modas. Si no que la prioridad era estar a la moda. Ahora preferimos comprar dos trapos y llegar a todo lo demás que aparentemente esté de moda.
Acordaos cómo nos sentíamos cuando nuestras madres, o nosotras mismas nos comprábamos el modelazo en nuestra tienda preferida. Allí estaba. En el escaparate. Luciendo con un gusto exquisito. Único. Recuerdo esos tiempos de tiendas pequeñas y mágicas. De tenderas que hacían entonces y siguen haciendo hoy un esfuerzo para que todas nos sintamos más felices. Más contentas. Más a la moda. Por eso cuando me pregunten a qué me dedico, diré: a la moda, con mayúsculas. “LA MODA”.