Subo a la Torre Eiffel para contemplar la vista de París y pensar. La luz brilla a lo lejos sobre este invierno cálido y reflexivo. Apenas alumbra las calles dolidas. Percibo la historia de una ciudad que ilumina al mundo. En París, atacado por la sinrazón, la mujer busca el equilibrio y reivindica su derecho a ser libre y civilizada en nuestro tiempo. Me dirijo luego a la feria de Who`s Next. A vivir el privilegio de compartir las ideas de los creadores y el compromiso de los proveedores y clientes.
La Feé Maraboutée cumple 20 años y lo celebra de manera equilibrada y racional. La combinación de abrigos largos sobre vestidos folk. Frente a las prendas con volumen, con pantalones levemente acortados. Tonalidades otoñales, cobres y mostaza. Blancos y celestes. Que no se contraponen a otras luces diferentes, brillantes y rosas como las de Des Petits Hauts.
Una larga temporada por delante, que no puede cerrarse a las nuevas ideas. Who`s Next ha presentado un entorno abierto a la diversidad de propuestas pero cuidadoso y exigente con la calidad y la distinción. Un entorno de luz donde no cabe todo, porque en el sector de la moda en ningún tiempo ha valido todo.
Por eso el papel del mediador recobra esta temporada toda su importancia. Para recuperar el liderazgo perdido en un mundo globalizado y sin estilo definido. Las propuestas de París son referencia. Como lo son las tiendas que comercializan la moda parisina. Capaces de equilibrar a sus clientes y devolverles al mundo de la razón, del sentido y del gusto.