Ideas positivas para 2017.

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En el reloj de antaño como de año en año, volvemos a hacer el recuento de lo bueno y malo. Para ello nos servimos de la familia y los amigos y de la prensa que hace algunas valoraciones para ayudarnos a despedir el año que nos deja y afrontar la cuesta de enero que empieza. Dicen unos y otros que se nos ha terminado un año malo y lleno de incertidumbres. Pero yo creo que nace un año renovado y lleno de vitalidad. Un momento para aportar ideas optimistas y recibir propuestas cargadas de ilusión.

Dicen los economistas y las bolsas que el efecto Trump va a ser positivo. Y la crisis debe estar ya desgastada de lo larga y amarga que ha sido. Si es que llegan los felices años 20 del crecimiento, el Gran Gatsby y las lentejuelas, que lo hagan para ayudarnos a salir de la recesión y el pesimismo. Para que las familias salgan de la pobreza energética y los jóvenes encuentren trabajos dignos y duraderos. Para que las mujeres no perdamos el tren de nuestra consolidación profesional, política y social. Si no son así, los años venideros no serán felices. Ni en la moda, ni en el mundo.

El progreso no puede ser sinónimo solamente de crecimiento económico. Tiene que significar el avance de la sociedad en su estabilidad, en la educación y el empleo. En nuestro sector, el progreso es sinónimo de una moda saludable. De una proyección de los diseños y las creaciones que respete a la mujer de manera íntegra e integral. Sin permitir modelos y mujeres obsesionadas por conseguir una imagen perfecta a costa de cualquier exceso. Y debe de ser también saludable y humana en las confecciones y materiales que se utilizan, dando prioridad a toda la producción que sea respetuosa con las condiciones de los trabajadores manufactureros y con los tejidos y recursos utilizados.

2017 va ser un año positivo porque llevamos mucho tiempo hartos de negatividad. De ver un mundo de terror en las pantallas y no mirar hacia ningún otro lado que hacia nuestro ombligo redondo y mermado. Un año innovador como su propio número indica. El primero de otro tiempo más feliz y más humano.